Capital de Italia norteña, Milán es una ciudad multiforme, cambiando siempre: es imposible hacer una presentación corta. Ciudad heterogénea, algo desordenada, no se revela rápidamente a sus visitantes; usted debe descubrirla lentamente, con curiosidad, paciencia y la atención. En Milán hay todo: antiguo y moderno, progreso y atraso, abundancia y las pobrezas, cultura y subcultivo, las bellezas architectonical y cosa fea, una gran variedad de ideología y de comportamientos sociales, una población que viene de todas las regiones de Italia, o mejore de muchos países de Europa y del mundo entero. Es una ciudad estimulante, de que tiene siempre algo enseñar a los que se acerquen a él sin superficialidad.
Ciudad de orígenes antiguos, es extraordinario joven, proyectado hacia el futuro con su capacidad increíble de modificarse y de renovar. Durante un rato largo, en su historia de más de 2000 años, Milán ha sido promotor de grandes logros sociales, económicos, culturales y políticos.
Su fuerza vital y su variedad hacen de Milán una de las ciudades más agradables de Europa. Milán es una gran ciudad, para sus dimensiones, su importancia económica, su cultura, su influencia política.
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